El Crac de los Caballeros (pronunciación en francés: /kʁak de ʃəvaˈlje/; en árabe, حصن الفرسان), también Crac des Chevaliers , Ḥoṣn al-Akrād (حصن الأكراد, literalmente «Castillo de los kurdos») anteriormente Crac de l'Ospital, es un castillo cruzado situado en la actual Siria que fue la sede central de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén en territorio sirio durante la época de las cruzadas. Se trata de uno de los castillos medievales mejor conservados del mundo.
El lugar fue habitado primero en el siglo XI por un asentamiento de tropas kurdas acantonadas allí por los mirdásidas. Como resultado, fue conocido como Hisn al-Akrad, que significa el «Castillo de los kurdos». En 1142 fue entregado por Raimundo II, conde de Trípoli, a los Caballeros hospitalarios. Siguió siendo suyo hasta que cayó en 1271. Fue conocido como Crac de l'Ospital; el nombre Krak des Chevaliers fue acuñado en el siglo XIX. Según el arquitecto restaurador, Leopoldo Torres Balbás, con su doble recinto amurallado constituye el prototipo de la arquitectura militar del siglo XII y XIII, siendo su único paralelo la Alcazaba de Málaga que pertenece al período taifal español, siglo XI.
Los hospitalarios comenzaron a reconstruir el castillo en la década de los años 1140 y estuvo acabado para el 1170 cuando un terremoto dañó el castillo. La orden controló una serie de castillos a lo largo de la frontera del condado de Trípoli, un estado fundado después de la Primera cruzada. El Crac de los Caballeros estuvo entre los más importantes, y actuó como centro de administración así como base militar. Después de que se emprendiera la segunda fase de construcción en el siglo XIII, el Crac de los Caballeros había pasado a ser un castillo concéntrico. Esta fase creó el muro exterior y le dio al castillo su apariencia actual. La primera mitad del siglo ha sido descrita como la «edad de oro» del Crac de los Caballeros. En su momento álgido, albergó una guarnición de alrededor de dos mil caballeros. Una guarnición tan grande permitió a los hospitalarios obtener tributos de una zona amplia. Desde los años 1250 la suerte de los hospitalarios empeoró y en 1271 el sultán mameluco Baibars capturó el Crac de los Caballeros después de un asedio que duró 36 días, supuestamente gracias a una carta falsificada del Gran Maestre de los Hospitalarios que hizo que los caballeros se rindieran.
El interés renovado en castillos cruzados en el siglo XIX llevó a la investigación del Crac de los Caballeros, y se trazaron planes arquitectónicos. A finales del siglo XIX o principios del XX, se había creado un asentamiento dentro del castillo, causando daños a su fábrica. Los 500 habitantes fueron trasladados en 1933 y se entregó el castillo al estado francés, que llevó a cabo un programa de limpieza y restauración. Cuando Siria declaró su independencia en 1946, asumió el control del lugar.
Actualmente, existe un pueblo llamado al-Husn alrededor del castillo y tiene una población de cerca de 9.000 personas. El Crac de los Caballeros se encuentra aproximadamente a 40 km al oeste de la ciudad de Homs, cerca de la frontera del Líbano, y es administrativamente parte de la Gobernación de Homs.
Fue incluido por la Unesco en el Patrimonio de la Humanidad, en el año 2006 junto con el Castillo de Saladino. Fue parcialmente dañado en la guerra civil siria por bombardeos. El 20 de junio de 2013, la Unesco incluyó a todos los sitios sirios en la lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro para alertar sobre los riesgos a los que estaba expuesto por la guerra. Las fuerzas del gobierno sirio volvieron a tomarlo en 2014. Desde entonces, se han emprendido obras de reconstrucción y conservación. Tanto la UNESCO como el gobierno sirio han emitido informes anuales sobre el estado del lugar.
Historia
Construcción
Según el historiador árabe del siglo XIII Ibn Shaddad, en 1031, el emir mirdásida de Alepo y Homs, Shibl ad-Dawla Nasr, estableció un asentamiento de hombres tribales kurdos en el lugar del castillo, que entonces era conocido como «Ḥiṣn al-Safḥ». Nasr restauró Hisn al-Safh para ayudar a restablecer el acceso de los mirdásidas a la costa de Trípoli después de que perdieran la cercana Hisn Ibn Akkar en favor de los fatimíes en 1029. Debido a que Nasr albergaba una guarnición kurda en el lugar, el castillo se conoció como «Ḥiṣn al-Akrād» (Castillo de los kurdos). El castillo estaba ubicado estratégicamente sobre un espolón del desierto sirio, en el extremo meridional de la cadena montañosa Jibal al-Alawiyin y dominó la carretera entre Homs y Trípoli. Cuando se trataba de construir castillos, los ingenieros a menudo elegían lugares elevados, tales como colinas y montañas, que proporcionaban obstáculos naturales.
Construcción
Según el historiador árabe del siglo XIII Ibn Shaddad, en 1031, el emir mirdásida de Alepo y Homs, Shibl ad-Dawla Nasr, estableció un asentamiento de hombres tribales kurdos en el lugar del castillo, que entonces era conocido como «Ḥiṣn al-Safḥ». Nasr restauró Hisn al-Safh para ayudar a restablecer el acceso de los mirdásidas a la costa de Trípoli después de que perdieran la cercana Hisn Ibn Akkar en favor de los fatimíes en 1029. Debido a que Nasr albergaba una guarnición kurda en el lugar, el castillo se conoció como «Ḥiṣn al-Akrād» (Castillo de los kurdos). El castillo estaba ubicado estratégicamente sobre un espolón del desierto sirio, en el extremo meridional de la cadena montañosa Jibal al-Alawiyin y dominó la carretera entre Homs y Trípoli. Cuando se trataba de construir castillos, los ingenieros a menudo elegían lugares elevados, tales como colinas y montañas, que proporcionaban obstáculos naturales.
Desde este castillo se protegía la ruta que unía la ciudad siria de Homs (bajo dominio musulmán) con Trípoli (Líbano), capital del condado del mismo nombre, en la costa del Mediterráneo. Además del control de la ruta hacia el Mediterráneo, los caballeros hospitalarios ejercieron cierta influencia sobre el lago Homs al este, donde podrían haber controlado la industria pesquera y vigilado los ejércitos musulmanes reunidos en Siria.
Fue capturado por Raimundo IV de Tolosa en enero de 1099 durante la Primera Cruzada, en su viaje a Jerusalén pero fue abandonado cuando los cruzados siguieron su ruta hacia Jerusalén. Las fuerzas de Raimundo fueron atacadas por la guarnición de Hisn al-Akrad, el precursor del Crac, que asolaba a los forrajeros de Raimundo. Al día siguiente Raimundo marchó hacia Jerusalén. La ocupación permanente empezó en 1110 cuando Tancredo de Galilea asumió el control del sitio. El primitivo castillo era sustancialmente diferente de los restos existentes, y no quedan trazas de este primer castillo en el lugar.
Los orígenes de los caballeros hospitalarios no están claros, pero la orden probablemente surgió alrededor de la década de 1070 en Jerusalén. Comenzó como una orden religiosa que se preocupaba por los enfermos, y más tarde cuidó a los peregrinos en Tierra Santa. Después del éxito de la Primera Cruzada en capturar Jerusalén en 1099, muchos cruzados donaron su nueva propiedad en el Levante al Hospital de San Juan. Entre las primeras donaciones estaban en el recién formado Reino de Jerusalén, pero a lo largo del tiempo la orden extendió sus posesiones a los estados cruzados del Condado de Trípoli y el Principado de Antioquía. Hay evidencia que sugiere que en los años 1130 la orden se militarizó cuando Fulco, rey de Jerusalén, otorgó el castillo, recientemente construido, en Beth Gibelin a la orden en 1136. Una bula papal de entre 1139 y 1143 puede que indique que la orden contrataba a gente para defender a los peregrinos. Hubo otras órdenes militares, como los caballeros del Temple, que ofrecía protección a los peregrinos.
Entre 1142 y 1144, Raimundo II, conde de Trípoli, cedió a los caballeros hospitalarios propiedades en el Condado. Según el historiador Jonathan Riley-Smith, los hospitalarios efectivamente establecieron un «palatinado» dentro de Trípoli. La propiedad incluyó castillos con los que se esperaba que los hospitalarios defendieran Trípoli. Junto con el Crac de los Caballeros, los hospitalarios recibieron otros cuatro castillos a lo largo de las fronteras del estado que permitieron a la orden dominar la zona. El acuerdo de la orden con Raimundo II afirmó que si no acompañaba a los caballeros de la orden en campaña, los despojos pertenecían por completo a la orden, y si estaba presente se dividía por partes iguales entre el conde y la orden. Raimundo II no podía hacer la paz con los musulmanes sin el permiso de los hospitalarios. Los hospitalarios hicieron del Crac de los Caballeros un centro administrativo para su nueva propiedad, emprendiendo obras en el castillo que lo convertirían en una de las más elaboradas fortificaciones cruzadas en el Levante.
Después de adquirir el sitio en 1142, comenzaron a construir un nuevo castillo para reemplazar la antigua fortificación kurda. Esta obra duró hasta 1170, cuando un terremoto dañó el castillo. Una fuente árabe menciona que el sismo destruyó la capilla del castillo, que fue reemplazada por la capilla actual. Los caballeros construyeron una imponente fortaleza, la mayor de Tierra Santa, que resistió al menos doce asaltos por parte de los musulmanes.
Fuentes: Wikipedia, Afm Elierf
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